Hijos del Camino Teresiano
¡¡¡Ven, visítanos!!!  
  Inicio
  El porque de esta página
  SANTA TERESITA
  EL CAMINO
  EVANGELIO DE LA INFANCIA ESPIRITUAL
  UN HERMOSO CAMINAR ESPIRITUAL
  Semillitas teresianas
  La Iglesia de Cristo
  => Reino de Dios e Iglesia en la predicación de Jesús
  => Aspectos del misterio de la Iglesia
  => Notas de la Iglesia
  => La Iglesia, Pueblo de Dios y Cuerpo Místico de Cristo
  => Misión de la Iglesia
  => Dimensión jerárquica de la Iglesia
  => La sucesión apostólica
  => Sacramentalidad del Episcopado
  => El Primado del Papa
  => El Colegio de los Obispos
  => Enseñar, santificar y gobernar
  => Resumen y bibliografía de la Iglesia de Cristo
  => Los Sacramentos
  => Bautismo y Confirmación
  => Eucaristía 1
  => Eucaristía 2
  => Penitencia
  => Unción de los enfermos
  => Sacramento del Orden
  => Matrimonio
  El Santo Sacrifício de la Misa
  María Santísima, Madre de la Iglesia
  Resumen de Teología Católica
  Para observar con amor
  Lisieux
  Contacto y pedido de oración
  Libro de visitantes
  Enlaces importantes
  Suscripciones
  Hijos del Camino
2007Copyright caminoteresiano.es.tl // Los temas y/o reflexiones aqui expuestos, son de dominio público ó de autores desconocidos, a menos que estos sean especificados.// Camino Teresiano no se acredita de ninguna manera la autoría de estos, salvo puntos específicos referentes a la comunidad dueña del sitio .
Notas de la Iglesia
Notas de la Iglesia
Entendemos por notas ciertas propiedades esenciales de la Iglesia que la hacen exteriormente reconocible y discernible. Constituyen a la Iglesia en su ser, dimanan de la misma esencia de la Iglesia desde el centro mismo de su misterio; las notas son consecuencia de su naturaleza sacramental y condición sine qua non de su misión; según resume el Catecismo de la Iglesia  Católica, las notas de la Iglesia son:
1) La Iglesia es una: Tiene un solo Señor, confiesa una sola fe, nace de un solo Bautismo, no forma más que un solo Cuerpo, vivificado por un solo Espíritu, orientado a una única esperanza[249] a cuyo término se superarán todas las divisiones[250].
2) La Iglesia es santa: Dios santísimo es su autor; Cristo, su Esposo, se entregó por ella para santificarla; el Espíritu de santidad la vivifica. Aunque comprenda pecadores, ella es “ex maculatis immaculata” (“inmaculada aunque compuesta de pecadores”). En los santos brilla su santidad; en María es ya la enteramente santa[251].
3) La Iglesia es católica: Anuncia la totalidad de la fe; lleva en sí y administra la plenitud de los medios de salvación; es enviada a todos los pueblos; se dirige a todos los hombres; abarca todos los tiempos; es, por su propia naturaleza, misionera[252].
4) La Iglesia es apostólica: Está edificada sobre sólidos cimientos: “los doce apóstoles del Cordero”[253]; es indestructible[254]; se mantiene infaliblemente en la verdad: Cristo la gobierna por medio de Pedro y los demás apóstoles, presentes en sus sucesores, el Papa y el colegio de los obispos[255].
 La única Iglesia de Cristo que es: una, santa, católica y apostólica, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él. Sin duda, fuera de su estructura visible pueden encontrarse muchos elementos de santificación y de verdad[256].
 
Semillitas al Señor  
  "Así como el sol alumbra a los cedros y al mismo tiempo a cada florecilla en particular, como si sola ella existiese en la tierra, del mismo modo se ocupa nuestro Señor particularmente de cada alma, como si no hubiera otras. (Manuscrito A, 3 r°)
---------------------------
Vos obráis como Dios, que nunca se cansa de escucharme cuando le cuento con toda sencillez mis penas y mis alegrías, como si él no las conociese... (Manuscrito C, 32)
---------------------------
Puedes, por lo tanto, como nosotras, ocuparte de "la única cosa necesaria", es decir, que aun entregándote con entusiasmo a las obras exteriores, tengas por único fin complacer a Jesús, unirte más íntimamente a él. (Carta 228)
 
El Señor y los corazones...  
  ¡Ah, qué verdad es que sólo Dios conoce el fondo de los corazones!... ¡Qué cortos son los pensamientos de las criaturas!... (Manuscrito C, 19 v°)
 
El Señor Es ternura...  
  Al entregarse a Dios, el corazón no pierde su ternura natural; antes bien, esta ternura crece haciéndose más pura y más divina. (Manuscrito C, 9 r°)
 
El Señor esta siempre con nosotros...  
  cielo que le es infinitamente más querido que el primero: ¡el cielo de nuestra alma, hecha a su imagen, templo vivo de la adorable Trinidad!... (Manuscrito A, 48)
 
Santo Rosario  
   
Hoy habia 69 visitantes (74 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
Club de los Sitios Católicos Clic para escuchar Radio en Vivo
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis