TEMA 4: LA INSPIRACIÓN BÍBLICA
4.1. Canon de los libros sagrados.
4.2. Naturaleza de la inspiración bíblica.
4.3. Veracidad y santidad de la Sagrada Escritura.
4.4. La interpretación bíblica: criterios racionales y teológicos.
4.5. Teología y exégesis bíblica.
A) DESARROLLO
4.1. Canon de los libros sagrados
Se llama canon a una norma por la que se juzga correcto un pensamiento o doctrina.
Los términos “canónicos” e “inspirados” coinciden en varios aspectos, pero son dos conceptos formalmente distintos. El término inspirado significa que tiene a Dios como autor principal. El termino canónico viene de ser inspirado; la Iglesia lo reconoce como tal. Es canónico porque es inspirado.
El canon de la Sagrada Escritura es el conjunto de libros que la Iglesia considera oficialmente como base de su doctrina y sus costumbres por el hecho de estar inspirados por Dios.
Se conoce como canon bíblico al conjunto de todos los escritos que forman la Biblia, y que por su origen divino constituyen su regla de fe y costumbres. Se llama protocanónicos los libros que siempre y en todas comunidades cristiana fueron tenidos por inspirados. En cambio, se llama deuterocanónicos a los libros que no siempre y en todas comunidades cristianas fueron incluidos en el canon A.T. y N. T. Estos libros fueron aceptados oficialmente como inspirados y normativos por el concilio de Trento[13].
La inclusión de un libro en el canon no supone necesariamente su autenticidad literaria por parte del que aparece como autor de la obra.
El canon se ordena a identificar y delimitar una serie de libros recibidos y leídos en la Iglesia como palabra de Dios para los creyentes. El criterio que influyó para la formación del canon bíblico cristiano es el reconocimiento en los libros de una recta regla de la fe, una clara apostolicidad y un uso habitual en el culto.
En resumen, El canon de los libros sagrados , por el hecho de estar inspirados por Dios, es el conjunto de libros que la Iglesia considera oficialmente como base de su doctrina y sus costumbres.
4.2. Naturaleza de la Inspiración Bíblica
Noción de la Inspiración Bíblica.
La inspiración bíblica es una carisma -gracia sobrenatural- dado por Dios a ciertos hombres en A.T. y N. T. Para consignar por escrito con validez general y pública, aquellos misterios de Dios de su intervención en la Historia de la Salvación humana, que Dios ha querido que fuesen de este modo entregados a la Iglesia por causa de nuestra salud y santificación[14].
De esta definición se desprenden algunas características de la inspiración:
- La inspiración divina es el constitutivo previo necesario para que un libro forme parte de la Biblia.
- La inspiración divina de un escrito es previa y necesaria para que ese escrito sea canónico.
- La inspiración divina es un carisma sobrenatural dado por Dios al hagiografo para que ponga por escrito y sin error lo que Dios ha revelado y quiere comunicar a los hombres.
- El carisma de la inspiración es transitorio, sobrenatural y gratuito.
- El carisma de la inspiración proporciona una luz en el entendimiento del hagiógrafo para juzgar con “certeza” divina.
- La inspiración es un don otorgado por Dios no para la santificación del que lo recibe (gracia santificante), sino para el bien de la Iglesia (gratia gratis data).
Naturaleza de la Inspiración bíblica.
" La Santa Madre Iglesia, fiel a la fe de los apóstoles, reconoce que todos los libros del AT y del NT con todas sus partes son sagrados y canónicos en cuanto que escritos por inspiración del Espíritu Santo[15], tienen a Dios por autor y como tales han sido confiados a la Iglesia"[16].
La afirmación de que Dios es autor de la Sagrada Escritura se dice también de algunos textos sagrados[17] y también que los hagiógrafos son verdaderos autores.
Entre los padres de la Iglesia, el testimonio es unánime: así Dios "dicta", "dice" los libros Sagrados y que Dios es "autor" o " escritor" de la SE.
La Biblia como una obra literaria que tiene a Dios y al hombre como verdaderos autores, plantea el problema teológico de cómo se compagina la acción de Dios y del hagiógrafo en la composición del texto.
Había varias soluciones, la mas significativa es la solución de Santo Tomás[18], a partir de la causa instrumental.
Santo Tomas sintetizó su solución diciendo que la causa agente puede ser doble: principal(o aquella que obra por su propia virtud) e instrumental ( o aquella que obra en virtud de una moción previa que recibe de un agente principal y es también aplicada a la acción).
Hay que afirmar que los hagiógrafos son instrumentos vivos, libres y racionales movidos por Dios para la redacción de los libros sagrados. Esta acción de Dios sobre el hagiógrafo, se observa como una acción ad extra de Dios (inspiración activa) atribuida de modo especial al Espíritu Santo; que es recibida libre y voluntariamente por el hagiógrafo (inspiración pasiva); y que se contempla plasmada en los libros sagrados ( inspiración terminativa).
DV. 11, resume los caminos para solucionar el problema de compaginar la acción de Dios y la del hagiógrafo: "en la composición de los libros sagrados , Dios se valió de los hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo, obrando Dios por ellos y en ellos como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y solo lo que Dios quería".
Como conclusión, decir que el libro Sagrado es de Dios y del hagiógrafo. Toda la Biblia es inspirada, tiene a Dios por autor y es, por tanto, palabra de Dios.
4.3. Veracidad y santidad de la Sagrada Escritura.
Veracidad de la Sagrada Escritura
La verdad de la Biblia deriva de la veracidad de Dios quien la ha inspirado como autor principal. La veracidad como cualidad de los libros sagrados cuando es contemplado como ausencia de error, se denomina inerrancia bíblica. La ausencia de error abarca solo lo referente a la fe y a la moral.
La doctrina de la veracidad de la Sagrada Escritura pertenece al dogma católico como una consecuencia necesaria del dogma de la inspiración divina de la Biblia.
La tradición fundamenta la veracidad de la Biblia en dos razones:
1.Que la veracidad esta en íntima relación con el fin mismo de la inspiración, de manera que son inseparables.
2. Que la veracidad esta en íntima conexión con la perfección de Dios.
De esta manera, podemos resumir la doctrina de la veracidad de la Biblia en los siguientes apartados:
A) La veracidad de la Biblia pertenece al deposito de la Fe y se explica como consecuencia necesaria de la inspiración divina de la Biblia.
B) La verdad se extiende a todo el contenido de la Biblia.
C) La Biblia es una verdad absoluta en la que se contienen tanto verdades de orden metafísico como acontecimientos, promesas, exigencias.
Santidad de la Sagrada Escritura
La santidad de la Biblia expresada de modo negativo significa inmunidad de todo error moral. Es decir, no puede encontrarse en los libros inspirados nada que repugne a la santidad de Dios.
Según Santo Tomás, las escrituras son santas por un triple motivo:
A) Por su origen divino, la Biblia es santa al haber sido inspirados por el Espíritu Santo.
B) Por su contenido que enseñan una doctrina moral santa e intachable.
C) y por su fin porque nos santifica al encauzarnos a la santidad.
Por tanto, la Biblia exige ser leída, estudiada y meditada como algo santo y sagrado.
La santidad de la Biblia se manifiesta en la conformidad con la ley moral de los juicios ético-morales que se emiten sobre actos, palabras y sentimientos de los personajes y hechos que presenta.
4.4. La interpretación Bíblica. Criterios racionales y teológicos.
Los libros Sagrados, como tienen autor humano, las reglas que deben aplicarse para su interpretación son las de cualquier obra literaria ( o criterios racionales), y como además su autor es Dios, tiene unas reglas especificas para su interpretación ( o criterios dogmáticos o teológicos)
Criterios racionales de interpretación.
“Para descubrir la intención del autor, hay que tener en cuenta, entre otras cosas, los géneros literarios. Pues, la verdad se presenta y se anuncia de modo diverso en obras de diversa índole histórica, en libros proféticos o poéticos, o en otros géneros literarios. El interprete indagará lo que el autor sagrado dice o intenta decir, según su tiempo o cultura, por medio de los géneros literarios propios de su época. Para comprender exactamente lo que el autor propone en sus escritos, hay que tener muy en cuenta los modos de pensar, de expresarse, de narrar que se usaban en tiempo del escritor, y también las expresiones que entonces se oían emplear en la conversación ordinaria”[19].
a) Establecer cuál es el texto genuino.
b) Aplicar los principios científicamente establecidos por la hermenéutica acompañándose del género literario de cada libro y ambiente histórico al que se refiere el escrito.
El primer cuidado que ha de tener el exegeta la diligente investigación del sentido literal del texto. Las normas que la hermenéutica le impone para tal trabajo de investigación son cuatro:
1) Examinar el texto con el empleo de la filología o conocimiento de las lenguas del antiguo oriente.
2) El examen del contexto es la regla principal para la investigación del sentido del texto.
3) Al contexto siguen en importancia, los lugares paralelos, o sea, fragmentos afines entre sí por constar de los mismos términos o por razón del contenido doctrinal o histórico.
4) El ambiente histórico y todas las circunstancias para una perfecta inteligencia del libro.
De esas normas, hay que tener en cuenta la importancia que tiene el conocimiento de las ciencias auxiliares y algunos métodos hermenéuticos.
En resumen, Criterios racionales para la interpretación de la sagrada son el establecimiento del texto genuino, aplicar los principios científicamente establecidos por la hermenéutica.
La diligente investigación del sentido literal del texto y las normas que la hermenéutica le impone son cuatro: a) examinar el texto, b) contexto, c)los pasages paralelos y d) el ambiente histórico. Todo esto sin olvidar que el autor del sentido literal es Dios.
Criterios teológicos de interpretación
El exegeta católico tiene en el Magisterio, en el Magisterio infalible de la Iglesia, un guía seguro para su trabajo: “ La escritura se ha de leer con el mismo espíritu con el que fue escrita: por tanto para descubrir el verdadero sentido del texto sagrado hay que tener en cuenta el contenido y unidad de toda la Escritura, la Tradición viva de toda la Iglesia, la analogía de la fe. A los exegetas toca aplicar estas normas en su trabajo para ir penetrando y exponiendo el sentido de la Biblia, de modo que con dicho estudio pueda madurar el juicio de la Iglesia. Todo lo dicho sobre la interpretación de la Sagrada Escritura queda sometido al juicio definitivo de la Iglesia que recibió de Dios el encargo y el oficio de conservar e interpretar la Palabra de Dios”[20].
Estos criterios, teniendo su fundamento en la inspiración divina de la Sagrada Escritura, se dividen en dos grupos:
A) Criterios dogmáticos (Dios es autor principal de la Biblia).
1) La analogía de la fe bíblica. Este principio ofrece un aspecto positivo y ayuda el lector a tener honda inteligencia de la revelación.
2) Desarrollo progresivo y homogéneo de la Revelación. Dios se ha revelado progresivamente hasta llegar a la suprema revelación, el Verbo Encarnado.
3) La interna armonía de ambos Testamentos . Este principio fundamenta la interpretación cristiana del Antiguo Testamento y el sentido pleno de la Sagrada Escritura.
4) La gracia divina y la acción vivificante del Espíritu Santo.
B) Criterios dogmáticos (La Iglesia es la que custodia e interpreta de la Sagrada Escritura).
1) La interpretación autentica de la Biblia compete exclusivamente al Magisterio de la Iglesia. Esta interpretación puede ser directa cuando dicho Magisterio declara infaliblemente el sentido autentico de un texto. Indirecta es cuando el objeto formal de la definición no es el texto en si, sino que formal y directamente se refiere a una Verdad de Fe, para cuya ilustración se trae a colación uno o varios textos de la Sagrada Escritura.
2) Por este principio se entiende la conformidad de las verdades religiosas contenidas en la revelación con las verdades contenidas en la tradición oral
3) El sentido de la Sagrada Tradición y el testimonio unánime de los Padres de la Iglesia.
4.5. Teología y exégesis bíblica.
La Sagrada Escritura es una de las fuentes constitutivas de la teología: aporta los datos sobre los cuales se hace la especulación teológica”. La teología se apoya, como cimiento perdurable, en la Biblia unida a la Tradición; así la teología se mantiene firme y recobra su juventud, penetrando a la luz de la fe, la verdad escondida en el misterio de Cristo. La Sagrada Escritura contiene la palabra de Dios , en cuanto inspirada es realmente la Palabra de Dios; por eso la Sagrada Escritura debe ser alma de la Teología”[21].
La exégesis por ser una disciplina teológica mantiene estrechas y complejas relaciones con las demás disciplinas teológicas.
La teología sistemática, de una parte, ejerce un cierto influjo sobre la “precomprensión” con que los exegetas abordan los textos bíblicos y la exégesis; de otra, proporciona datos básicos a las otras disciplinas teológicas. En el caso de la exégesis católica se trata de una precomprensión basada sobre certezas de fe.
Teología bíblica es relativamente moderna. Su objeto especifico, método y limites aun no han llegado a ser definidos con precisión.
Los puntos de vista de la exégesis y la teología son diferentes y deben serlo. Por eso, una de las principales funciones de la Escritura es lanzar desafíos a los sistemas teológicos y recordar continuamente la existencia de aspectos importantes de la Divina Revelación y de la realidad humana que a veces son descuidados por la reflexión teológica sistemática. Y al mismo tiempo, los teólogos presentan a los exegetas cuestiones actuales importantes sobre determinados textos sagrados para conseguir una mayor comprensión especulativa de la fe cristiana.
B) RESUMEN
1) El canon es una norma y conjunto de libros. Los términos “canónicos” e “inspirados” coincide en varios aspectos pero son dos conceptos formalmente distintos.
Se conoce como canon bíblico al conjunto de todos los escritos que forman la Biblia. Esos libros se dividen según su incorporación: protocanónicos y deuterocanónicos.
2) Inspiración bíblica es una carisma—gracia sobrenatural— dado por Dios a ciertos hombres en A.T. y N. T. Para escribir aquella intervención de Dios a la Historia de la Salvación. Dios es el autor principal de la Biblia y los hagiógrafos son autores instrumentales.
3) A) La veracidad de la Biblia deriva de la veracidad de Dios y se contempla como ausencia de error, se denomina inerrancia bíblica.
B) La santidad de la Sagrada Escritura expresada de modo negativo significa inmunidad de todo error moral.
4) La interpretación bíblica según autores humanos usa la regla de cualquier obra literaria ( criterio racional). La interpretación bíblica según Dios tiene regla especifica (criterios dogmáticos o teológicos).
5) La teología sistemática, de una parte, ejerce un cierto influjo sobre la “precomprensión” con que los exegetas abordan los textos bíblicos y la exégesis, de otra, proporciona datos básicos a las otras disciplinas teológicas.
C) BIBLIOGRAFÍA
Gran enciclopedia Rialp. Ediciones Rialp, S.A. Madrid 1979.
José Monforte. Conocer la Biblia: iniciación a la Sagrada Escritura. Rialp, Madrid 1997.
V. Mannucci. La Biblia como Palabra de Dios. Introducción general a la Sagrada Escritura. Desclée, Bilbao, 1985.